Y todo empieza con una conversación,
algo profesional, nada casual,
estrictamente negocios, so se permite ni un sonrojo,
un apretón de manos y una tarjeta de presentación.
Se sabe que no se debe, que hay alguien más,
pero con el intercambio de miradas nada más importa,
es un juego, algo infensivo, que nada de daño causa...
¡Qé más da!
Se dicen un par de cosas, nada relacionado al trabajo,
algún chisme, los pasatiempos, lugares favoritos,
disfrutan de la compañía de ambos,
sin ningún juzgado.
Las visitas se incrementan,
las miradas aumentan,
la tensión se siente,
pero nadie dice la verdad.
Sigue sin suceder nada malo,
siguen jugando de buenos,
pero en sus mentes mueren por ser quienes lo confiesen primero.
Por inevitabilidad ella conoce a "esa alguien más".
En ese momento muere todo, muere la ilusión.
La otra es linda, es bella, no se le puede comparar.
Él sin saber sigue el juego, es su momento de libertad.
"Quiero decirte algo" dice él queriendo decirle a ella todo lo que siente.
"Saliste con tu novia el fin de semana?" ella le contesta con agua en sus ojos.
Él no contesta nada, pero en ese momento su mente se inundaba con dudas, una exclamación y una afirmación sin importancia de más.
¿Cómo supo? ¿Quién le dijo? ¿La conoce? ¡No quiero que lo nuestro termine jamás! Con ella es con la única con la que puedo hablar.
"No... no salimos el fin de semana" alcanza a decir él.
Ella se le queda mirando, como esperando a que le hubiera contestado que nada de eso era cierto, jurando que eran mentiras.
"Ya veo..." y ella se volvió para no hablar más.
"Necesitamos hablar" le insiste él tomando su mano
"Estoy ocupada" trata de decir ella sin que se le corte la voz
"Siempre tienes tiempo para hablar conmigo" le dice él
Ella se vuelve para mirarlo y le sonríe y simplemente se va.
En el trabajo todo sigue igual. Ellos siguen hablando e intercambiando miradas.
Ella los ve de la mano, ella los ve cuando están enlazados entre besos y abrazos.
Él piensa en ella cada vez que va de la mano con su novia.
Él piensa en ella cada vez que abraza y besa a "esa alguien más".
No se la puede sacar de la mente. Es a ella a quien él quiere. Se lo tiene que decir.
Él la busca y se la lleva del lugar, la mira intensamente...
piensa que una vez que se lo diga nada malo va a pasar.
Él pone sus manos en su rostro,
peros las palabras de ella son más rápidas que las suyas.
"¡Basta!" dice ella
"Pero..." intenta decir él, pero ella lo detiene con un
"Tienes novia"
"Eso puede cambiar" le susurra al oído él
"Si eso fuese cierto, ella tu novia no lo sería más"
"Por favor" le suplica él, pero ella quita las manos que se encontraban en su rostro y se va.
No se dicen "hasta luegos", ella sólo se va.
No hay sonrojos, sólo un par de lágrimas,
no hay tarjetas, no hay nada, no queda nada.
Ella no se despide, sólo renuncia. No lo puede ver más, y él lo sabe.
Ella sólo le deja una nota diciendo
"Para mi esto no fue un juego
yo te amo de verdad."
Quisiera decir que esto es puramente producto de mi imaginación, pero en realidad sí pasó...más o menos.
Noviembre 2008.